viernes, 18 de octubre de 2013

La tristeza de mis pasos...

En qué pensar, por ejemplo, cuando caminas sin pensar en nada
desde la Universidad, desde el trabajo a casa,
qué sentir cuando te sientes extraaño incluso contigo mismo,
y sales de casa...ignoras tu alrededor...te pican los dedos...
Escribes, y estás solo, hablas con gente y no eres capaz de entender lo que escribes.
Te sumerges en un saco amniótico para que sea lo que sea no salpique,
luchas por algo ajeno, como inexistente, como demasiado utópico,
y tan simple como coger las riendas de nuestra propia vida y ejercer tu responsabilidad.

Cada paso es un eco, no escuchas otros pasos ni ves otros pies,
nadie conoce a nadie sobre los adoquines ni en las entradas de los portales,
los muertos que van y vuelven, andamos y no paseamos,
tenemos miedo antes de experimentar la aventura,
sentimos frío antes de mojarnos con la lluvia
y antes de intentarlo, nos unimos en retroceso, desalentados.

"Policías de la psique" decía alguien, yo lo llamo malhumor,
lo llamo tristeza continua y continuo control mental,
sensación de haberme equivocado, de haber tentado al desamor,
a la pereza, al hastío, al dolor y haber cedido.

Ando, sigo andando sin camino, solo,
estudio inglés, estudio un máster, ¿y luego qué?,
no aprendo el cámino cómodo, la forma de olvidar, la forma de superar un bagage triste.
y a veces, tampoco sé si quiero, elegimos lo difícil, seguir luchando lo que otr@s obvian.

La linea recta es el camino más corto, dicen,
el camino de la anarquía el más bonito, siento.