jueves, 20 de junio de 2013

solo lo imposible

El ave solitaria que sucumbe,
si pudiera levantarla solo con el fulgor, solo con los dedos,
el mar que se traga las costas, si supiera, si intentara pararlo con la palma de la mano,
la necesidad extrema, si nos uniéramos y viésemos al fin con claridad...
que cosas son necesarias y cuales no, que se puede y que es solo lo imposible.

No inmóvil

Agitando el corazón
con el sonido único de una bala,
exhalando el último gas nocivo que araña nuestra traquea
y sondeando cada atisbo, cada acción tras las palabras deslucidas.

Los charcos de óleo, las temperas secas, el polvo electroestático
todo desdibujado en mi cuaderno mental sin anillas,


en el lienzo del bastidor hecho con palos de escoba usados
por profesionales de la limpieza de alguna delegación, consejería
o vete a saber si Ministerio, 
lo dudo porque ahí más que limpiar enfangan,
con sus ininteligibles leyes, que el pueblo ni comprende ni acepta,
bueno una parte del pueblo,
la otra permanece ensimismada o vive intensamente vidas ajenas.

La televisión, el arte, vete tu a saber;
la gente, sus posesiones, párate a pensar;
las guerras, las pseudorevoluciones en youtube,
la Iglesia, sus trucos, sus armas
...y muy a cuento, nuestras vidas.


¿Quién sabe donde, quien sabe qué? Nazca donde nazca, no permaneceré quieto esperándola, porque moriría antes de verla.

domingo, 16 de junio de 2013

preguntas y respuestas

Continúas susurrándole a este corazón permeable

que evade las preguntas

e ignora las respuestas que no sean de sangre.


lunes, 10 de junio de 2013

En emérito arraigo de la belleza (canción de bragas).

Echo de menos la extrema fragilidad de tus bragas invertebradas,
salgo rápido hacia la casa que construiste con cortinas,
y no se entrar,
escucho el murmullo de las huellas de tus dedos sobre los vasos mojados
y casi creo que te conozco de algo más,
que viajo solo para ubicarte en algún trozo de mi piel helada,
te siembras laxa sobre la leña prendida, y desaparece tu reflejo,
en una sinuosa pirueta, gris, gris ceniza.
El árbol que tiende su aflicción sobre la hamaca,
da consuelo a los refugiados,
y pide derechos humanos,
encadena sus muñecas
y avanza hiriente sobre carne, nudo y roca.
La sensibilidad, es la respuesta prostiuida,


la concisa forma de arruinar los días,
de desdibujar las noches con acordes.
No tienen lealtad al triunfo instigado por la luz,
emérito arraigo de la belleza.