lunes, 5 de septiembre de 2011

En espera epistolar.





Espero una carta o una despedida dolorosa,
tal vez una cercanía o una decapitación literaria,
no se si lleva recuerdos o trae telarañas.
Sus hojas pueden contener manchas de grasa o de perfume,
tal vez hable del mar o haya un charco para mí,
tendrá una fecha actual, o no caducará.
No se si el sobre será de pasta de papel o de hiel,
no se si habrá mención al beso a o a la muerte,
puede existir herida aséptica o tatuaje infecto.
Tal vez incluya una trinchera de humor o un mal chiste,
ójala que haya un dibujo y no desidia gráfica,
quizás me invite a ser amigo y no extraño.
Tal vez me de la carta mirándome a los ojos,
pero sé que no apretará mi mano al entregármela.

Mi balcón sin luz.

Jugando con la alquimia
translúcida de tus pecados,
con la lengua lejos de mi boca
y cerca de tus sueños líquidos
los que a veces llorabas (todo recuerda a papá).
Me quedo sin sed ni equilibrio;
te pido un torniquete silencioso,
una caricia discordante
y treinta minutos de luz y de
oratoria,
desde mi balcón oscuro.


intelecvirtuales.

Distraen y advierten con su pluma,
desde su despacho sin ácaros ni humedad,
saben del giro del globo, y del postal,
publican asiduamente esos vigorosos catecúmenos
-son los visionarios y satélites políticos- sociales-,
no ven la televisión y leen periódicos,
escriben frágiles columnas,
critican a uno u otro político adversario,
se acusan de robos, aluden a la historia,
desde la desmemoria y el antojo,
son intelectuales incorporales,
hablan como escriben: desde la distancia,
y guardan cerquita a su Amo,
en la cajonera donde encierran documentos,
bajo llave, antes de dormir plácidamente.

El día de Barcelona

Te devuelvo el libro "El día de Barcelona"
del cronista César Galiano,
ha arrojado en mí el nerviosismo
del obrero cenetista que despierta
el 19 de Julio del año 1936 y
se pasea con La Soli bajo el brazo
y asiste al Comité de Defensa Confederal
y observa a García Oliver liberar prisioneros,
y ocupa la Telefónica junto a Durruti
o pasea desapercibido ante los militares como Pestaña;
"La CNT se ha impuesto en la calle con valor
espartano. Las mujeres han luchado al lado de los
hombres con el fusil en la mano. El proletariado español está en pie de guerra".