Ocaso de la noche fría

Cuando bajas triste
siento palpar el ocaso de la noche fría,
hay en ti simiente de guitarras,
donde pasean los cangrejos;
porque perduran las barrigas adultas
y los hechizos juveniles,
y la cerveza pasea tus sonrisas.
Hoy ha venido con su lanza la espiga
y ha comprado unos pimientos
sin encender la luz,
las esquinas se han quedado amuebladas
y decoran tus ojos las fontanas del jardín,
deja ahora el último plato en el escurridor
y saquemos la basura.

¿Qué hay de ella?,
rastro verde y FUERZA incolora
bajo SANO juicio y boca loca,
hazme reir de nuevo con tropiezos lindos,
PALABRAS cambiadas o inventadas,

cuéntame de VIAJES y de SOLEDADES
de ligues, brindis y VIDAS.
Tú sabes más que cualquier otra mujer,
me has besado con tu SANGRE
cerca de cada alondra y tras la puerta;
has dejado que sea yo el verde rostro,
un verde sorbo que te suena leve,
verde aliento de compañero absorto (en conversaciones),
risa verde y verde la noche por verte,
linda morena verde, amiga,
sueño con el verde, sueño con saberte.

la meva germana, la meva esperança

Como "hijo u oveja" de la Iglesia,
como carne de Centro de "protección",
una infancia disimulada y evitada tuve;
no fui ejemplar, pero me mantuve alerta,
besé, peiné y felicité a mi hermana aquellos años,
ese bebé que fue mi fuerza para vivir,
su respiración es el recuerdo más enérgico,
cada abrazo ha sido para mi dolor un digestivo
y cada luna en nuestras noches,
fue tal vez un lazo en nuestras vidas,
somos más libres que antaño,
más libres y anarquistas,
más risueños y educados,
y si el "Estado" nos mantuvo
solo el amor nos tuvo en pie,

y no hubo más sonido en la calle que saber
que mientras yo siga vivo, te querré.

Elegía al barrio de "Los Pitufos"

Barrio de gitanería polifacética

hecha del almizcle obrero,

hijos del mismísimo sátrapa

hecho bastón y sombrero

de ala dulce y llantera,

trocador de noches llenas

y lunas esteparias

disfrazadas de alabastro,

contentos como la resina

de la lluvia de sus manos

cuando cae sobre unos pies

que a la noche serán como la loza,

siniestros y plácidos...

complacidos... 

tan perseguidos...

barrio de barrios...

sucios y límpidos de corazón,

desierto fantasmagórico y

hoguera de gentío sin mácula

dueño del agobio,

mi barrio sincero, maestro,

única causa de mi esterar,

costal de todos los ladridos

infinitos de un atardecer,

sol en días y días de sol

de un barrio retratado

en la nuca de los desheredados

y en la orquesta de mis labios,

así es mi barrio.

cosquilleo mil veces enfermo

Pasará como una nota coja

por mis oídos,

como un escalofrío

abriéndose paso por mis poros

y escarbando entre las células

de mi cuerpo,

atrapando a las nerviosas

para recetarles el más insípido

de los placeres,

el más vivo de mis sentimientos,

un cosquilleo mil veces enfermo,

la alegría.

Cuando el cielo...y la conversación loca del sentimiento

Cuando el cielo se apuñala entre mis ojos,

Solo la espiga obedece a los charcos,

Solo la prisa es amiga de la envidia,

solo los vestigios de la crisis

que envuelve ya todos mis pensamientos,

solo el robo y la justicia, solo el crimen

solo el grito, los puños, los lamentos

el cristo enfermo de los perdones

solo nuestras vidas secuestradas

solo la soga en el mar

si solo el mal hecho palabra

solo la política hecha mentira y desidia,

solo la soledad hecha cordura

y el silencio, solo, con su estoque.