sábado, 12 de abril de 2014

Correrse encima de los enemigos puede ser hasta un gesto de cariño.

Caminar difamando la impostura del que nunca se siente esclavo, ni manejado ni dirigido,
del que sueña con el fútbol inmisericorde, y asemeja su razón a su trabajo,
al que da clases interpretativas en dominio de lenguaje económico, social y laboral
gastando gran parte del sueldo en el bar de la estación,
zombi homicida que lo puede todo, autócrata, "falópedo" ensimismado.
Quiero cortarte las entrañas con una huelga general,
sortear tu empresa entre los homeless más generosos del país,
follarme tu pyme, arrancarte el corazón emprendedor y luego inventarme una clausula que lo autorice...
Si pudiera garantizaros una paliza vitalicia, que incluya galletas y desplazamiento os los procuraría. Tantas cosas quisiera dar y no puedo; No por caridad cristiana, ni por ser buena hermana...más bien en concepto de justicia social desbordada.


Correrse encima de los enemigos puede ser hasta un gesto de cariño.